leyendo Los Modlin esta noche oscura del alma, ya a punto de terminar la ruta, y pagándome como que no quiere la cosa con mi misma moneda: la literatura, el arte, la poesía, don o maldición... me estaba esperando este libro, espejo y reflejo, como una iluminación o condena, sincronicidad o casualidad, me estaba esperando... y qué terrible este don, me digo y repito al leerlo una vez más, para qué y por qué y a santo de qué, y sobre todo: a dónde nos lleva... semanas y semanas vendiendo zapatos con mi disfraz de hombre cuerdo y las maletas a cuestas, fuera de la literatura y de mí, pero es volver a leer y comenzar a ensoñar de nuevo, Sísifo bajando automáticamente su piedra, y regresar mágica y simbólicamente a mi esencia... el leñero ya casi lleno, luz en mi alcoba, pronto la chimenea...
Vicente Muñoz Álvarez