ha entrado ya suavemente y como que no quiere la cosa el otoño, mi estación favorita, hojas amarillas bajo los chopos, las setas esperando impacientes las primeras lluvias para brotar, los últimos frutos del huerto y los días cada vez, minuto a minuto, haciéndose lentamente más cortos... lo he notado hoy paseando en bici al amanecer por la orilla del río, el ocre del cielo como un milagro en la tierra, y releyendo por la tarde Cumbres borrascosas en la terraza, últimas ensoñaciones tranquilas en Villaopisbo antes de comenzar a vender zapatos, y he sonreído, no pinta nada bien la campaña y el gremio del calzado agoniza, pero he sonreído, a punto ya de irme a la guerra me he dicho: la sangre es vida y este es mi cuerpo, carne de mi carne, busca al fondo el Grial...
Vicente Muñoz Álvarez