hoy repito el paseo matutino
sobre el gris de las aceras
que nos sostienen y nos comunican:
porque tu mundo gira en paralelo al mío
y no se cruza en ningún momento
con mi necesidad de saludarte
y preguntarte si todo va bien o no ____
hoy no escucho mi música:
he olvidado en casa mis auriculares
y ahora los pájaros me hablan de mundos
que también puede que existan
fuera de la jaula de mi cabeza:
sus trinos son la nueva atracción
de este monótono parque de atracciones
en el que vivo y me muevo ____
hoy no quiero emitir sonido alguno
porque el silencio que me alumbra dentro
me habla y me va contando mi vida
al trote cardiaco de mis soberbios pasos
casi a ritmo de ballet
en lagos de aguas sucias
al lado de feos cisnes cuyas drogas
son mucho más potentes que las mías ____
hoy abrazo desde mis acantilados
los turbios humos de tu mirada alegre:
la inercia culpable de tu mera existencia
mientras otras mujeres siguen pariendo
otros seres incompetentes
que no vendrán ya a redimirnos
desde la sencilla coreografía
de su estudiado decoro ____
no hoy no pienso lavar mis manos
después de cada meada
porque hoy he decidido que quiero sobrevivir
en la frontera misma de los gérmenes
y su polivalente circo microscópico
tan divertido como imperceptible:
ésa es la realidad y su misma sombra:
la felicidad – lo reconozco –
habita agazapada en los actos sencillos
y hoy ya tuerto y cansado
he aceptado sin pelea
que debo presto viajar hacia ella ____
Jose Yebra