Este sur es una tierra de grietas
donde los niños se sientan a la sombra
como perros viejos que sacan la lengua
y esperan
a que Kerouac les limpie las uñas
mientras se escupen Red Bull caliente
y esperan
a que aparezca ese Dodge en el camino
que suene a jazz
y esperan
a que la risa de una Marylou cualquiera
les haga olvidar el olor cuarteado del sudor
de sus padres
*
Apenas tengo más recuerdos de esa tarde
cambié las imágenes por otros elementos sensoriales
labios agrietados por el sol
canciones infantiles lejanas y el dolor que creo
producía la cuerda lacerando las manos de una niña de cuatro años
vuelven ahora las voces:
yo no soy bonita
ni lo quiero ser
la oigo saltar a ella
a la comba
nunca antes había jugado con nosotros
nunca antes me pregunté por qué lo hizo entonces
por qué no reía
por qué no cantaba
meses después nació mi hermana.
Es ahora que me repliego sobre mí
para mostrar estas vísceras
la sangre que fluye como la palabra
cuando me asaltan las de Mapplethorpe:
«Estoy desnudo cuando dibujo.
Dios me tiene de la mano y cantamos juntos.»
Estoy desnuda cuando escribo
no creo en dios
no creo en nadie que no me sujete la mano
no canto
como ella
no canto
*
Vadear el río Antas
cargada con alforjas de visiones pronunciadas en lengua lakota
quiero verterlas en su cauce seco
crear la corriente que las arrastre hasta el mito y el sueño
voy a danzar con los siux
cuatro días
cuatro lunas
en los que no dejaremos de mirar fijamente al sol
pediremos a Wakan Tanka que nos dé la fuerza de sus hermanos bisontes
siempre consigo enturbiar la realidad con chicle de peyote
y me río entonces del cazador de pieles de Wurlitzer
cuando me grita
gringa loca
no hay agua
gringa loca
no hay siux
gringa loca despierta
este es el desierto de Sergio Leone
gringa loca
Loida Ruiz Rodríguez