En estos intensos días de corrupción y fútbol, surge con fuerza el DTD (Director Técnico Democrático), un ser dotado, a su juicio, del conocimiento necesario sobre asuntos de Estado. Puede vérsele delante del televisor diciéndole de todo a las imágenes sordas de debates o sacudiendo vehemente el periódico al ver el panorama ruinoso del país. Signo del DTD moderno es su intensa actividad en redes sociales, casi siempre con una pésima ortografía. Seguir leyendo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, 03 de julio de 2018.