
Hay acciones de la
justicia que, por legales, no dejan de transmitir una sensación de impunidad que compromete la paz social y refuerza la idea falsa (o no) de que sale “barato”, en términos legales, quebrantar la ley. Legal y ético no van necesariamente de la mano, lo que es siempre un problema.
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Artículo publicado en el diario
La Prensa, 15 de mayo de 2018.