donde el fuego toma su fruto
donde la forma gira el llanto
donde los cuerpos se asemejan a los muertos
donde beben los animales del bosque
donde siento sus lenguas de alumbre rozar mis pezones
donde las señales vibran como monos albinos
donde el calor es el del estiércol
donde la rabia es la de la fruta apilada como un acertijo
contra el cristal
donde la rabia somos nosotros apilados como un acertijo
contra el cristal
donde se me ve y no se me escucha
un lugar
donde arder y fumar beber y respirar
donde el arroz no se pase ni se pase el dolor de huevos
un lugar en el que poder ser sin estar
como en las canciones de country
como en las verbenas de los pueblos
como en la lista de la compra de tu madre
la semana siguiente de enterrar al viejo.
Carlos de la Cruz