A veces los veo pasar los domingos por la tarde. Con sus barrigas repletas de carne, vino, dulces, café y chupitos. Después de la bacanal, por aligerar la conciencia dicen aquello de "bueno, vamos a hacer bajar todo esto, no?". Y pasean en grupo por el camino de los huertos, y me miran como a un elemento exótico del paisaje (domingo tarde y cavando?). A veces saludan y se hacen los entendidos. Y siguen camino con un "eso sí que es bueno para mantenerse en forma, eh?". Yo asiento, mejor hacer corto el trámite. Los veo de vuelta a los diez minutos. Adiós, adiós!
El sol va declinando y empiezo a estar cansada. Y caigo en la cuenta de que aún no he comido. Al pasar por el pueblo los escucho tras las ventanas abiertas. Están preparando la mesa para cenar.
Maya Mukti