Teresa Hernández Díaz es doctora en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid. Siempre se interesó por la literatura, siendo desde muy joven una lectora voraz y escritora aficionada. Sus primeros escritos fueron relatos cortos y ha colaborado ocasionalmente en algún blog. Ha ganado algunos premios literarios en microrrelatos, relatos y novelas. Crónica Ministerial fue finalista en el I premio de narrativa de la editorial Alfar y constituye su sexta novela publicada.
P.- ¿De qué trata tu novela Crónica ministerial, Teresa?
R.- Utilizo el término crónica en el título de mis novelas para indicar que se trata de un texto escrito en clave de humor. Crónica Ministerial es una comedia fresca que tiene una funcionaria del Ministerio de Hacienda como protagonista. En todos los ámbitos de nuestra vida existe una faceta divertida, incluso en un ambiente aburrido y cargante. Eso es lo que he intentado reflejar en la novela. Ángela se queda con esas situaciones divertidas y las analiza con humor gracias a su carácter crítico y escéptico.
P.- Una novela ambientada en el Ministerio de Hacienda y encima de humor, ¿cómo surgió mezclar ambos elementos que pueden funcionar como un oxímoron?
R.- Creo que el Ministerio de Hacienda es el organismo más odiado por los ciudadanos, casi nadie habla bien de él y todos temblamos cuando nos llega una carta con su membrete. Desde mi punto de vista, es el lugar ideal para una historia de humor en la que el lector se sienta identificado.
Ministerio de Hacienda de Madrid |
P.- Háblanos de Ángela, protagonista de tu obra y funcionaria. ¿Intenta escaquearse de su trabajo?
R.- Ángela es cumplidora y responsable con su trabajo, son algunos de sus compañeros los que intentan escaquearse de sus funciones. Creo que esta situación es general en cualquier ámbito, no solo en la administración, y los más tontos son los que cargan con el trabajo no realizado de los listos. Pero Ángela es mucho más que una funcionaria. Es una mujer inteligente que intenta conciliar su vida familiar y laboral como mejor puede. Nos presenta el retrato de la mayoría de las mujeres trabajadoras, un poco agobiada por no llegar a ningún sitio a tiempo y con la tremenda duda de estar haciendo un buen papel como madre y funcionaria. Tiene una parte de ángel y otra de demonio, una mujer que podría salir de las páginas e incorporarse a la vida cotidiana porque es real, de carne y hueso.
P.- Crónica ministerial fue finalista en el I Premio de Narrativa de la editorial Alfar, ¿qué significa escribir para ti y saber que tienes talento para ello?
R.- Para mí escribir es una forma de expresión, siempre lo he hecho y siempre lo haré, independientemente del talento que pueda tener para ello. Lo necesito para sentirme bien, como hacer un poco de ejercicio o comer chocolate. Los premios están bien, pero no suelen reflejar gran cosa, al menos yo no les doy demasiada importancia.
P.- Hablas de que tu novela se enmarca dentro del género sitcom. ¿A qué te refieres exactamente? Porque el formato literario y televisivo son distintos.
R.- En este caso, el texto se podría transformar de forma muy simple en una comedia de situación televisiva porque la historia se narra en muchas ocasiones a través de las reflexiones de la protagonista ante una situación. Casi como un monólogo.
R.- La cubierta es obra de Kike Alapont, un ilustrador que suele trabajar con la editorial Palabras de Agua. Ha ilustrado libros infantiles maravillosos, como el Club de los Kakamonstruos de Ana Coto. A mí me gusta especialmente porque le basta una idea para compendiar el libro. Los detalles que rodean la imagen de la protagonista sentada en su mesa de trabajo son estupendos, como la compañera que se ve borrosa en un segundo plano. Ella es uno de los personajes más divertidos de la novela.
P.- ¿Cómo describirías el género de humor literario en nuestro país?
R.- ¡Uy! Yo tengo la impresión de que está infravalorado. Son lecturas para pasar el rato que suelen gustar, pero a las que no se le da demasiado valor. Escribir humor es dificilísimo, mucho más que drama o aventuras. Además, el humor es muy personal y lo que a unas personas les hace mucha gracia a otras les deja indiferentes. Por eso yo intento dirigirlo, más que a las situaciones cómicas en sí, hacia la forma de expresarlo, al juego con el lenguaje.
P.- Las esquinas de mi cabeza o Crónicas de un adosado forman parte de tus obras publicadas, ¿qué temas son lo que tratas en tus novelas?
R.- Has citado dos que son diametralmente opuestas. No me gusta ajustarme a un género y la verdad es que me siento cómoda en cualquiera, al margen de la fantasía. La crónica de un adosado fue mi primera comedia publicada, un texto divertido sobre las vicisitudes que vive una mujer que se compra un adosado a las afueras de Madrid creyendo que va a disfrutar del campo. Las esquinas de mi cabeza es drama, una novela intimista de narra la vida de una mujer a través de los hombres que han pasado por ella. Es una novela con una carga emocional enorme y obtuvo el accésit del premio de narrativa de la editorial Libros Mablaz en 2015.
P.- ¿Nos podrías recomendar algún libro de humor ambientado en Madrid?
R.- No conozco muchos ambientados en Madrid, pero ya que la crónica ministerial habla de ministerios y su burocracia, voy a recomendar la lectura de Vuelva usted mañana de Larra. Un clásico que resulta divertido por lo agrio de su visión.
La podéis encontrar en:
Su página oficial: Teresa Hernández
La editorial: Palabras de Agua
Su página de Twitter: @Terehdez205
Su página de Facebook: Teresa Hernández
Entrevista realizada por María Bravo.
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