No había dos amantes como tú y yo en Valencia
Vincent A. Estellés: los amantes
Los había, y muchos. Amantes como estos
los había en Valencia y en el resto del mundo.
También yo lo recuerdo.
Es difícil decir si es tan maravilloso
ser joven, revolcarse por el suelo a diario,
y después, todo el tiempo, añorar la batalla.
La vida no es asunto ni cómodo ni cálido.
Impresonal y seca, es una combustión
que puede en ocasiones confundirse con luz.
No sé si hay algo más. Pero en caso de haberlo,
pasa por Bécquer, Larkin, Petrarca, gente así.
Y no será -de acuerdo- nada del otro mundo.
Te recuerdo, Vincençs, egocéntrico, hablando
de enfermedades, lacras, entre procacidades
y citas de Ausías March.
De hecho era un intento mental de revolcarte.
Es lo que hacen Petrarca, Bécquer, Larkin.
Y también tu poema, muy bueno si prescindo
de su último verso.
El sexo es nuestra vida. Suerte tenemos todos
de desearlo, de hacerlo, también de recordarlo,
lamentar que lo hicieramos, o lamentar perderlo
El sexo y la palabra. La soledad del mundo