Me emborracho cada noche para no pensar en ti
y poder dormir. Despierto de madrugada con resaca
y el jodido insomnio alcohólico me impide dormir de nuevo.
Como un zombi, me acerco al ordenador de un compañero de piso
y tecleo cosas ya escritas, para no pensar en ti
y poder vivir un rato. La mañana pasa lenta
y el puto guión me aburre. Tecleo alguna otra cosa,
leo el periódico de ayer y "Hollywood" de Bukowski,
fumo mucho y pienso más, procuro que no sea en ti
y no lo consigo. Vuelta al guión. Otro café. Y, por fin,
grabo en ese mismo software muy despacio este poema.
Y me gusta. Y me entretengo en juguetear con su ritmo,
en respetar su estructura y en multiplicar enlaces,
aunque parezca mentira, para no pensar en ti.
Ape Rotoma, de 149 PCE (Canalla ediciones, 2015).