que ardan las calles y arda la primavera que los mendigos bailen en la hoguera que ardan los malos poetas falsos profetas de pacotilla las poetas de mesa camilla que arda España entera las iglesias todas las gasolineras los estadios y el congreso de diputados los árboles que ardan y la tierra que ardan los jardines los baños de las estaciones de autobús los trenes que entran a las ciudades por la parte más fea que ardan los bigotes de los señores el primer beso el océano que ardan los santos hijos de perra los hospitales la albura impoluta de las enfermeras las escaleras las escuelas que ardan los artistas las rameras la vez que ardimos por vez primera las efemérides tus alas en llamas las bocas de incendio las bocas que incendian que arda el sol las estrellas el mundo conocido arda La razón la inteligencia el corazón el instinto de supervivencia los reyes los sujetadores la verdad la nieve y la niebla que arda la supuesta moraleja de este supuesto poema.
Javier Vayá Albert