supongo que, a medida que va pasando el tiempo, los ciclos y las estaciones, los años y las hojas al caer, uno se va retirando subconscientemente a sus cuarteles de invierno, metáfora o nido o refugio, no sé, su lugar de relax en la tierra, donde, de algún modo y con la mayor discreción y elegancia posible, lo que se dice sin estridencias, guarecerse del diluvio de la tontería humana y del tráfago agotador de las relaciones sociales, las apariencias y los convencionalismos... supongo, digo, no sé, porque aunque yo sienta e interprete el mundo ahora así, no todos lo hacen (ni deben) de la misma manera, el caso es que me da igual, mi camino es mi camino y los demás siguen el suyo, doy fe, o resumiendo: amor y amistad verdadera, luz en la alcoba y la chimenea rugiendo, o cosas de mucha fuerza y poder, es lo único que busco y quiero...
Vicente Muñoz Álvarez