Creo que fue en 1988 cuando descubrí que en Estados Unidos había millones de pobres. Porque una cosa es que haya pobres en un país pobre y otro que en la mayor potencia del mundo (sobre todo en los 80) hubiera tantos sin techo y, lo que más me llamó la atención, trabajadores pobres. Aquello que terminó llamándose working class o clase trabajadora, que doblan turnos e hilan trabajos mal pagados, vamos, lo que ya ha llegado a España o Alemania, ya era el pan nuestro de cada día en la era del darwinismo social de Reagan, Thatcher, tristemente etc. De la Gran Depresión aún no tenía noticias, pero lo que está claro es que el fantasma de Tom Joad de Las uvas de la ira de Steinbeck estaba presente en las zonas deprimidas de la América profunda, la que retrata Barry, cantautor de Richmond, Virginia, y antiguo líder de la banda de punk-rock, Avail.
Desde MONÓLOGO INTERIOR venimos diciendo desde hace tiempo que hay grandes historias en muchas canciones como en las de Johnny Cash (“Out Among The Stars”), John Hiatt (“Nobody Knew His Mame”), Bruce Springsteen ( “My Father’s House”), Dave Alvin (“Harlan County Line”) , de nuevo John Hiatt (“Have a Little Faith In Me”) ,Hozier (“The Arsonist’s Lullaby”) y Sarah Jaffe (Watch Me Fall Apart) o de Eliott Smith, ” A Fond Farewell”. Lo que más me gusta de Solid Gone es la autenticidad y lo que me lleva al realismo sucio de Raymond Carver, sólo que la desesperanza de esta canción es aún mayor. Para los cinéfilos, os diré que me recuerda mucho a Winter’s Bone, de Debra Granik, con una jovencísima Jennifer Lawrence, cuya banda sonora no tiene desperdicio. Y como no, al escuchar esta canción vas de inmediato al album Nebraska de Springsteen, donde la América rural, esa que sólo se ve en las cintas independientes, está alejada de los rascacielos pero no tanto de las armas, los desahucios, la cárcel y la epidemia de heroína que asola a los blancos pobres. En los vídeos de otras canciones de Barry aparecen insistentemente los mercancías que cruzan el país y los vagabundos que se suben a ellos, como hizo Woody Guthrie que cantaba This Land is My Land, sin duda, una de sus grandes inspiraciones. Esta es la historia de alguien que se va por completo (solid gone).
I was young when I got married, young when we had kids
Young when mom got sick and moved in
Dads gone, to that cancer song
Before my dad died, he left me his .22
A winchester rifle, it was his dads to
Now its mine, my how time flies
I pay our rent by cleaning, the offices in town
We live on a bad side, where the police don’t come round
It aint safe, but I can’t move us out
The bills they stack up, in the mailbox outside
Mostly from hospital, from before dad died
And the rest were past due and shutoff dates
Well the new guy on the job, talked me in on my way down
We go half on some weight, I pay some bills we both get out
He’d front it too, what would you do
I started selling to some old friends, gave some to granny Ruth.
She’s sick with cancer, same as dads it helps her through
I paid some bills off, was getting out
Then I hear this crashing, outside my house
These men came running at my maw maw, running at my wife
my daughter started screaming, I feared for their life
my weapon drawn, I had not known
The men who tore off my lock, and broken down my door
And threatened my family, were officers of the law
In darkened rooms, how could I have known
Such a terror, inside my home
Nine years to twenty, what have I done
Nine years to twenty, intent and a gun
To my family, what have I done
For my family, what have I done
Before my dad died, he left me his .22
Look over your family son, do what you need to
Dad’s gone, now I’m solid gone
But we always done, what needed to be done.
Tim Barry “Solid Gone”, Traducción Berta Delgado Melgosa
Era joven cuando me casé y joven cuando tuve a los niños.
Joven cuando mi madre enfermó y nos mudamos aquí.
Papá se fue por el cáncer.
Antes de que muriera, papá me dejó su .22,
un rifle Winchester que era de su padre.
Ahora es mío y mi tiempo vuela.
Pagué el alquiler limpiando oficinas en la ciudad.
Vivimos en una parte mala, donde la policía no entra,
no es seguro, pero no podemos irnos.
Se acumularon las facturas en el buzón,
la mayoría del hospital, de antes de morir mi padre
y el resto cartas de servicios cortados.
Bueno, el tío nuevo del trabajo, me contó un día al salir
que, si íbamos a medias, pagaría algunas facturas y que saldríamos los dos adelante
él iría primero, qué podía hacer.
Empecé a vender a viejos amigos, le di algo a la abuela Ruth,
ella tenía cáncer, el mismo que papá y le ayudaría.
Pagué algunas facturas, estaba empezando a salir del agujero.
Entonces oí un ruido fuera de la casa.
Aquellos hombres corrían hacia mi mujer,
mi hija empezó a gritar, temí por sus vidas.
“Baje el arma”, no sabía.
Los hombres que rompieron la cerradura y echaron abajo la puerta
eran hombres de la ley, amenazaron a mi familia.
Las habitaciones estaban a oscuras, cómo podía haberlo sabido,
ese terror dentro de mi casa.
De 9 a 20 años, qué había hecho.
De 9 a 20 años, tentantiva y armado,
qué le había hecho a mi familia.
Qué había hecho por mi familia.
Antes de que mi padre muriera, me dejó su .22.
“Cuida de tu familia, hijo, haz lo que sea necesario”.
Papá murió y yo me he ido del todo,
pero siempre hemos hecho lo que era necesario.