Decía Truffaut que nada malo puede ocurrirte cerca de una sala de cine. Los extremos científicos de tal afirmación son poco sólidos, pero los personajes de la novela que nos ocupa podrían suscribirla sin pestañear. En este caso, no es únicamente una cinefilia recalcitrante la que adorna esta trama de extremos geográficos y vitales.
Gilda en los Andes se construye sobre una prosa sensacional: eficaz cuando toca, lírica sin agotar, siempre bien medida, ajustada y repleta de aciertos plenamente literarios. Los personajes están dibujados con esa humanidad ganada a pulso en sus más íntimas virtudes y miserias. Los cinéfilos gaditanos son un filón, el mundo del espionaje nórdico no lo es menos y el afamado y desnortado director no pude tener más verdad en sus costuras (de la cinematográfica y de la vital). Aún así, el cine es solamente una pieza más de un entramado intenso, donde todo está y todo llega cuando debe.
La arquitectura narrativa se eleva como un mecano perfecto. Las acciones de unos y otros van encaminadas, con una precisión tan milimétrica como sometida a desaforadas pasiones, a lograr un artefacto de entretenimiento y calado humano. No es una combinación sencilla. La alternancia de ubicaciones, el viaje interior y exterior, la búsqueda del pasado y de uno mismo se suman para dar un total mucho más profundo de lo que cada una de esas cuestiones significan por sí solas. Es algo parecido al conocido efecto Kulechov cinematográfico: la yuxtaposición y el orden de los planos altera el significado final de los mismos. Pues lo dicho, no se pierdan esta preciosista película literaria.
El autor:
Fernando Marañón (Madrid, 1968) es autor de ficción, articulista, ilustrador, crítico de cine y director creativo. A principio de los 90 quedó finalista del desaparecido premio de narrativa erótica La Sonrisa Vertical. En 2004 publicó Circo de Fieras en la colección Nistagmus de ficción breve. En 2006, el ensayo Tiene delito, una guía del mejor cine, sus grandes héroes y sus villanos (Nowtilus), ilustrado por él mismo. En 2010 reeditó una versión ampliada de Circo de fieras (AACHE Ediciones). En 2016 participó en el ensayo colectivo Mitos del Cine Quinqui (Ensayos de cultura hispánica).
Sinopsis:
Una trama de películas perdidas, un director de filmoteca gaditano convertido en investigador y un prestigioso director nórdico vinculado a los servicios de inteligencia son los mimbres con los que se construye esta historia. Estamos ante una literatura de aventuras, de extremos geográficos (de Tromso a Cádiz) y de reflexiones sobre el arte, la vida, la muerte y el pasado.
Juan Laborda Barceló