acercarme al fin, tras varias semanas de extrañamiento y calzado, al final de esa odisea, y poner mi tercer ojo y el volante en otras aventuras y carreteras, nada más puedo pedirle al cielo... aunque antes tenga que terminar, me digo, ya queda poco, zapato a zapato, leña para el invierno...
Vicente Muñoz Álvarez