las estaciones y las sensaciones, la mandrágora y la corteza, las hojas y los anillos, la náusea y la iluminación, el incesante vaivén, la caída y los brotes, la sinrazón y la revelación, las emociones y los desvaríos... pasa todo, las nubes y las tormentas, las lágrimas y las sonrisas, las penas y las alegrías, las olas y las mareas, los sentimientos y los pensamientos... todo pasa, pero late mi corazón aún, confinado en su caja de hueso, ave del infierno y el paraíso, aún late... late aún...
Vicente Muñoz Álvarez