en mi cuaderno
una mañana
floreció el hueso del padre
(¿o era el pasado?)
había también una infancia
multiplicada
como postales
como lápidas
en mi cuaderno
-detrás del pino-
la muerte se estremece
entre algodones
-rostro
ahora
improbable-
su horizonte
poco nítido
es una semilla
anclada en el dibujo de un borcego
o
una hoja
que borronea
el viento