Y con estas palabras cerraba el crítico Vladimir Stasov su famoso artículo en el que bautizaba al grupo de Los Cinco que, a saber, son: Cui, Balakirev, Musorgski, Borodin y Rimski-Korsakov (los he citado en orden creciente de su popularidad actual; creo).
Sea como fuera, estos cinco compositores rusos son los padres del nacionalismo musical de ese país (el abuelo fue Glinka), es decir, el movimiento que se propuso crear una música rusa-rusa pero 100% rusa, sin influencias de las modas clásicas centroeuropeas (las tiranías musicales germanas, italianas y francesas, que son las que siempre han cortado el bacalao en esto de la Clásica.).
El caso es que el nacionalismo musical ruso es una de las más hermosas experiencias musicales a las que los afortunados y valientes melómanos amateurs se enfrentarán si deciden bucear entre las partituras de estos señores con barba (Borodin usaba bigote, pero bueno.., aceptamos bigote).
Seguramente es Rimski-Korsakov, como digo, el más (merecidamente) popular compositor de Los Cinco, así que vamos a escuchar hoy una de sus composiciones más nacionalistas: su Fantasía sobre temas rusos para violín y orquesta op. 33 que sonó en aquel concierto de 1867 del Congreso Eslavo que inspiró el artículo de Stasov.
Rimski-Korsakov
es uno de los mejores orquestadores de la Historia de la Música Clásica.
Pueden soltar esta sentencia cuándo y dónde quieran. Jamás podrá ser rebatida por nadie (sean o no entendidos en la materia) y ustedes van a quedar de maravilla (aunque su utilidad para ligar no está contrastada).
Disfruten de esta maravillosísima
Fantasía de Concierto (en si menor)
para Violín y Orquesta sobre temas rusos