Ha llegado a mis manos esta mierda gordísima de Pepsi. Me dicen que está causando un revuelo tremendo en RRSS. La parte del revuelo me da igual y no sé quién es Kendall Jenner, pero el anuncio es tan repugnantemente neojipi que merece la pena que nos riamos públicamente de él de forma inmisericorde.
Esto es ridículo:
Nuestro código ético-artístico nos obliga a odiar este anuncio porque es el reverso tenebroso de
esta obra maestra: