te meces agarrada a un árbol
y sientes que no hay nada bajo los pies
la calma dormida golpea por dentro la cabeza
todo comienza hoy
el fuego y el hielo
maldita sincronía de los párpados
tanta suavidad de algodón
ángeles inertes que te muestran el camino
y unos pasos sin aire
en medio de la noche
todo tan delicado
el perdón la nostalgia la vanidad el ego
reinventar las sílabas
es-tre-llas
nada más que tu voz suspendida
del eco
vacío
vacío sin ti
inventemos el lenguaje de nuevo
amar
ser
sed
universo
gratitud
abrazada sin pulso a ti...
Marlus León