Aunque duela el alma, las personas se ubican en dignas y no dignas.
Las que critican a espaldas
las que ponen buena cara a desgana
las que juzgan el aspecto
las que besan con la boca chica
las que hablan de amor con palabras vanas
las que no están cuando las necesitan
las que dan y piden algo a cambio
las que no perdonan y se creen divinas
las que no respetan otras formas de vida.
Déjalas que huyan
que vaguen por caminos paralelos
por carreteras lejanas;
no las sigas.
Aunque duela el alma, la sangre no ata. Lo hace el amor, la amistad…, la verdad cristalina.
Sin preguntas ni respuestas
sin miradas asesinas que envenenan la conciencia
el resultado de una noche mezquina donde concibieron tu placeta
la toxina que unge los cuerpos venerados por plasma nocturno con ántrax.
la femme fatale de una vida pretérita
el malo de la película;
la mentira de paseo con manos limpias.
Aunque duela el alma, decir ‘no’ es parte de la existencia;
liturgia que se acaba
misa negra en la ermita tierna.
Aunque duela el alma, pasa página.
©Anna Genovés
The Hotelier - End of Reel