Si os gustan las películas de horror gótico, satanismo y brujería, y muy en especial los relatos de H.P.Lovecraft (La sombra sobre Innsmouth, El ceremonial o El caso de Charles Dexter Ward, sobre todo, ambientados en Nueva Inglaterra), disfrutaréis de lo lindo con este muy poco recordado film de John Llewellyn Moxey, The city of the dead, (en España El hotel del terror, 1960), que bebe de las mismas fuentes.
Tras un impactante prólogo que recrea la quema de una bruja en el siglo XVII (y que tanto recuerda al comienzo de La máscara del demonio, de Mario Bava, rodada el mismo año), la película nos introduce en un mundo de maleficios y cultos prohibidos, con el telón de fondo de un fantasmagórico pueblo llamado Whitewood.
Con un modesto presupuesto y escasos recursos, y sin apenas mostrar una gota de sangre, The city of the dead seduce por su fantástica ambientación y la atmósfera amenazadora y espectral que recrea, sin duda una de sus bazas fundamentales, y por las interpretaciones de Patricia Jessel (la malévola bruja) y el siempre solvente Christopher Lee.
Otra pequeña joya olvidada, en suma, que merece la pena desempolvar.
Vicente Muñoz Álvarez