WILL SCARLET NO ERA DIOS: Laura Fjäder.




DE CARÁCTER SUBVERSIVO

te propongo un trato, a ti, que olvidarás este texto a menudo que pases página: abre los ojos. abre los ojos para sentir la caricia de esta poesía; que entrará en tu estomago, caliente, puñalada a puñalada, hasta lo más profundo de ti. 

lo cierto es que, últimamente, pocas veces encontramos un poco de tinta que, en la esencia de lo esculpido, consiga erizarnos la piel… pero laura lo consigue: y vaya si lo consigue. poema tras poema, reflexión tras reflexión. con la sutileza directa de wolfe. la pureza olvidada de corso. nutrida directa de la poesía de calle, de bar, de plaza; la que se aleja de círculos cerrados, mentes cuadradas y personas rectas. laura relata en sus poemas tu vida, la mía, la de ellas; sin decoro, sin pretensión. dejando claro en cada página que la poesía se escribe o se sobrevive, incitando a morir en cada punto final.

será ahora entonces, cuando te des cuenta, si has llegado hasta aquí, que malgastaste tu tiempo en leer una descripción de lo que no vas a olvidar. porque no: will scarlet no era dios.
pero tampoco dios lo era. que al arte hace tiempo que lo mató duchamp.
sumérgete, de este modo, sin dudarlo un segundo más, en la madurez literaria de esta autora que no dejará que quedes indiferente. al fin y al cabo, no has venido a esto para encontrar una analítica hierática tesina, sino para embriagarte de la verdad más alejada de típicos bukowskis que no han leído nada de sandburg… créeme: cuando conozcas a laura: te vas a emborrachar.

después de todo: la he visto como poeta, presentadora y persona; a la misma y tan diferente luchadora, que pelea en la vampírica ciudad de xixón por limpiar la basura de las reconvertidas calles proletarias.

adéntrate:

hemos buscado discurso, hemos buscado poesía:
y ahora, por fin, brindamos a sangre con sangre: por sangre morada:
la nuestra. gracias a L. gracias a ti.


Alberto Claver


TRES POEMAS


Rake away the gold leaves, 
roll away the red, 
And wake Will Scarlett from his 
leafy forest bed. 

Alfred Noyes 

WILL SCARLET NO ERA DIOS

Recuerda a todas las mujeres
del bar de Montmartre,
donde tomaba café,
y ahora que lo cuenta,
por enésima vez,
vuelve a jugar conmigo
al vulgar atormentado
que nunca ha renegado de su Estrella:

ésa,
la mala, 

la que le ha acompañado siempre

hasta esta tarde.

Hasta esta misma tarde
en que la bata de andar por casa
ha descubierto su carne suave
de animal desorientado.

Con la piel me ha contado
que tiene miedo del invierno
y me ha ofrecido su dolor
sin ataduras. 

Y yo respiro aire que él antes ya ha exhalado:

aire que no es mío,
aire que él ha usado, 
aire que guardo en los pulmones,

aire viciado de ídolo de barro. 

*

Él es mi maldad y mi manzana y lo acompañaré a su casa. 

Anne Sexton. 

LA JAULA

Lo supe al verte volar lejos,
por encima de los muros
y de tantas cicatrices.

Lo supe al verte sudar sangre
y declararte en rebeldía:

Ese pozo donde vives,
anegado de agua fría,
es ahora mi casa y mi castigo

*

Mis pasos son tan antiguos 
Como el ritmo 
Que los lleva. 

Sara Torres 

TRAVESÍA.

Este es el camino.

El que sigo desnuda,
descalza,
el lleno de zarzas.

Yo recojo los frutos
oscuros
y amargos.

Los mastico.

Siento la acidez
morada en la lengua
y la garganta.

No siento la picadura de la abeja.

No siento las piedras finas
que hieren
la planta de mis pies.

Continúo.


Laura Fjäder, de Will Scarlet no era Dios (Suburbia Ediciones, 2016).

https://suburbiaediciones.wordpress.com/

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