A mi hija escarbando con los dedos
en la tierra del patio encontré a mi hija
escarbando con los dedos en la tierra
como un eco entre el falso jardín
y el rosal medio muerto.
Tiré de mi hija
recién nacida como de una extraña palabra
la saqué de la tierra a mi hija hecha saliva
y la puse a secar entre cuatro cuerdas.
Ella sola se prendió al mundo
como un dibujo sonoro
de piedrecitas botones y caldo.
Víctor M. Díez, de Todo lo Zurdo (Varasek Ediciones, 2016).