"No hay nada como vomitar con alguien
para llegar a ser viejos amigos."
Sylvia Plath
"Ni tú ni yo nos dimos cuenta
de que tras sus tetas
no había corazón,
solo ambición"
Dinamita pa los pollos
A Manolo Marcos
.
aquella mujer desnuda
con el pubis rasurado solo
cubierta de una argéntea purpurina
había llegado del futuro más que hambrienta
de hombres que en su mundo se habían ido
extinguiendo por la Ciencia que los hizo
innecesarios
sin embargo
la rubia estelar se había atrevido
a atravesar milenios y desafiar
a la malvada soberana de ese Lesbos
por encontrar un buen maromo y sentir
ahogado entre sus nalgas
aquello que había visto colgando
en los viejos
cuadros del museo
era viernes por la noche y la alquilamos
2021
qué lejos parecía entonces
una Odisea sexual
los padres de Eduardo habían salido
y costó convencer al tío del videoclub
siempre fumando del local
en el ángulo oscuro
cada vez empezáis antes
a haceros pajas
y soltó una carcajada
y habíamos comenzado el instituto
y habíamos descubierto aquel verano
que besar
podía ser mejor que el fútbol
y que lo teníamos todo
para ser felices
un paquete de Fortuna
una película guarra
cerveza y la certeza
de que la vida sería hermosa
y éramos jóvenes
pero dejamos de serlo y llegó ella
como un fantasma del pasado
arrastrando en sus cadenas galeotes
y terminó de separarnos
el tiempo ha impuesto desde entonces
una tiranía de distancias
con el filo de recuerdos ya mellado para el daño
el mar devuelve ahora
en su falsa calma de espumas
lacios miembros arrancados
los despojos
el cadáver triste envuelto en sal
la baba amarga de los besos
falsos en la orilla de penumbras
plásticas de un club
rompeolas de carretera
donde las vidas encallan
el postrero Triunfo de Medusa
en su féretro viscoso de algas
podría decir yo mismo cuando bebo
y la lengua se me llena
de figuras y otros pelos
la resaca vomitada en los retretes
sucios de un burdel
en noches reflejadas en espejos
lúbricas de soledad y licra impúdica
al final el tiempo ha puesto
a cada uno en su sitio
ella lejos
a saber
tú y yo borrachos como entonces
juntos
después de tantos años
compartiendo barra compartiendo
el remo en la galera de su ausencia
sedados por la luz rosada del neón
el bourbon
en el fondo turbio de los vasos
donde el hielo se deshace tatuados
de su olvido como reses
que aceptan su destino
mansamente
odiándonos
como solo se odian dos hombres
que han sido amigos
por ella
el humo de un cigarro
humedece tus ojos
Marcos Matacana Martín
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