No hay escapatoria. No se puede ser un vagabundo y un artista y aún así ser un buen ciudadano, un hombre sano, honrado. Tú quieres emborracharte, así que debes aceptar la resaca. Si dices que sí a la luz del sol y a tu pura fantasía, tienes que decir sí a la inmundicia y la náusea. Todo está dentro de ti, el oro y el barro, la felicidad y el dolor, la risa de la infancia y la aprehensión de la muerte. Di que sí a todo, no eludas nada. No trates de mentirte a ti mismo. Tú no eres un buen ciudadano. No eres un griego. No eres armonioso, o el dueño de ti mismo. Tú eres un pájaro en la tormenta. Deja que la tormenta te lleve! ..¡Cuánto has mentido!…