Aniquilé tu nombre
No sé las veces
que
aniquilé
tú nombre
como una mosca
contra
la mesa
de un golpe
de suerte.
Las cascaritas
que dejó
tú marca
y
los pellejos
que terminé
de escurrir
entre la lluvia.
No sé las veces
que
solicité el traslado
de mi cuerpo
a otro
en el que tu mano
no haya
siquiera
respirado.
Y volvés
como la música
interminable
de un
organillero
un muerto
sin camino.
Y
yo aturdida de vos
no sé las
veces
que digo
está vez
es para siempre.