como si hubiéramos blindado al fin
entre las costillas el corazón,
que lata tranquilo en el pecho,
que bombee sin más sangre en las venas,
como si no nos hubiéramos querido tanto
y renaciéramos de nuevo, limpios,
en otro cuerpo, tiempo y lugar,
comienzan a pasar,
suaves y lentos,
los días
vamos
progresando
Vicente Muñoz Álvarez