todo era posible entonces...
dejar de fumar,
dormir a medias
Tú.
incluso alimentarse de palabras,
de pestañas recogiendo el polvo en cualquier colchón,
cualquier esquina, cualquier pared,
para no cegarnos con este jodido mundo de oficina.
en el café mojaba tus ojeras con sudor
y cien latidos por mirada,
y olías a champú
y a ducha y a vuelta a clase
y a tu cuerpo contigo,
y a calor....
ahora hay un salón con libros sin tu boca,
y llueve
y los perros ladran
y el maldito invierno viene frío
y es de noche a las seis
y tengo náuseas
y huesos,
y mis orgasmos no son tuyos ni las uñas de mi espalda
y tengo diez dedos que muerden
y gritan
y encienden un cigarrillo después de follarlas
por si te duele la quemadura,
por si te ensucia la piel,
por si te jode, por si te marca.
qué estupidez...
como si todo hubiese sido posible entonces.