Un año más regresamos a la Semana Negra de Gijón 2016. Presentaré mi novela, presentaré novelas de colegas, escribiré un artículo diario en El Comercio de Gijón sobre el devenir del evento, algún reportaje largo, y me tomaré una cerveza en el espolón, a media tarde, viendo el atardecer sobre el Cantábrico. Sigo vivo y sano. Sigo escribiendo. Poco más se puede pedir.