Están todos muertos
todos muertos
los hombres
por debajo de la mesa o la cama
en la cocina
en los recovecos de los modulares
muertos
como cuando muere el perro
y muerta está la rabia
pero la rabia
donde desayunamos juntos
todos esos hombres y yo
es un torrente
verdeazulado
de desastres naturales
donde truenos y rayos y pedazos de la casa
reposan
en mi alma
que los contempla
implorando
apenas
la vida
la vida que se murió
después de haber pertenecido
a ninguno de ellos
ni siquiera el cuerpo
este cuerpo que supo volarse en pedazos
también
para abrazar la nada
la nadita
y te amo, todos los hombres
te amo
porque no me dieron nada más que algunos muertos
y yo siempre fui
una gran hacedora
de lo que siempre nunca.