Sakyamuni saliendo en silencio de la montaña
Arrastra sus pies desnudos
saliendo de una caverna
bajo un árbol,
las cejas
crecidas de tanto llorar
y dolor de nariz ganchuda
con harapientas y suaves vestiduras
mostrando una magnífica barba,
manos infelices
prietas contra su desnudo pecho—
la humildad es estar abatido—
la humildad es estar abatido—
se tambaleó cayendo entre los arbustos junto a un
arroyo,
todas las cosas inanimadas
pero su inteligencia—
se mantiene erguida allí
aunque temblando:
Arhat
que buscó el Cielo
bajo una montaña de piedra,
se sentó pensando
hasta que se dio cuenta
de que la tierra de la bendición existe
en la imaginación—
viene el flash:
espejo vacío—
qué doloroso nacer de nuevo
con una magnífica barba,
entrar de nuevo en el mundo
amarga ruina de un sabio:
su único camino la tierra ante él.
Nosotros podemos ver su alma,
el no sabe nada
como un dios:
estremecido
humilde desgraciado—
la humildad es el abatimiento
ante el Mundo absoluto.
en, Sándwiches de realidad
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