Perder ciudades; dos viajes en el siglo XXI
Autor: Hilario J. Rodríguez
Editorial: Newcastle Ediciones
78 páginas. 6 €
Por Juan Laborda Barceló
Así, Perder ciudades, es mucho más que un recorrido físico por el mundo -que también- y un periplo por dos fascinantes lugares como Moscú y Bajul (Gambia). Hilario J. Rodríguez ha visitado aquellos enclaves y realizado preciosos hallazgos, pero lo que nos ofrece en este breve e inagotable texto es otra cosa bien distinta. El autor recorre con sutil delicadeza esa difusa e impostada frontera entre el ensayo, la memoria y la ficción. Hibrida con profunda fortuna el dato preciso con el mucho más sugerente y esencial viaje interior. Ahí reside la piedra de toque del texto, en lo que provoca el viaje en la introspección gozosa del recuerdo, del ensueño y de las razones familiares.
El trayecto simbólico de una generación a otra, el imaginario colectivo, la pulsión por las letras y el afán casi sacralizado por evocar historias humanas y dolientes son las confesas trochas que transita el itinerante escritor. Estas letras nos llevan hasta la guerra civil y sus abismos fratricidas -no se pierdan la figura recuperada de Luis Bazal-, cargadas de simbologías y búsquedas. El sueño de la biblioteca borgiana se vierte a través de estas páginas hasta un número infinito de referencias. Universos estetas y fértiles se concitan entre visitas a la casa archivo de Eisenstein, alusiones a lugares imposibles, heridas del pasado y proyectos de futuro. Todo cabe en este pequeño libro.
Hilario J. Rodríguez ha publicado las novelas Construyendo Babel, Tropismos (2004), Mapa mudo, Traspies (2009) y El otro mundo, Ediciones del viento (2009). Es, además, un conocido estudioso del cine con una abundante obra tanto individual como colectiva. Destaca la coordinación junto a Carlos Tejeda de Cine XXI. Directores y direcciones, Cátedra (2013).
Sinopsis
En Rusia le esperan los clásicos de la literatura, como Tolstoi y Chéjov, los iconos de Andrei Rublev y los palacios, pero también el último frío del invierno y una madre que observa a su hijo como si fuera un enigma. En cambio, en África encontrará elefantes y lugares de mítico significado, pero también un hijo que observa a su padre como si lo estuviese viendo por primera vez. Lo emocional, la percepción, el hallazgo y lo vivido son inseparables, como es natural, es estos recorridos.
Reseña aparecida en la revista Qué Leer, nº 220. Mayo, 2016.