cuando era pequeño, me contaba mi madre a menudo, solía esconderme entre sus piernas cuando llegaban extraños, todo lo contrario a mi hermana, mucho más extrovertida, debía ser un niño parecido a lo que aunque me pese y haya intentado cambiar aún sigo siendo, solitario y soñador y de pocos pero buenos amigos... no recuerdo bien todo aquello, a tanto mi memoria no llega, pero a juzgar por cómo sigo reaccionando ante situaciones parecidas, creo que los genes y los astros me dominan y que así será para siempre jamás... pocos pero buenos amores y amigos, pienso escuchando con mi vieja perra al lado a Johnny Cash, melancólicos sueños y nidos tranquilos, debe ser mi destino, y visto lo visto es inútil que lo intente cambiar...