No se equivoquen, en 1986 los fans de Tito Clint éramos todos una panda de ultraderechistas, misóginos, racistas, belicistas e imperialistas. Y esto fue así hasta Sin Perdón (1992); nadie había visto El aventurero de medianoche (1982) y casi nadie vio Bird (1987).
Veinte años después de El Sargento de Hierro, las nuevas generaciones se encontraron con un nuevo Tom Highway jubilado que tenía un Gran Torino y que les decía "morenos" a los negros de su barrio. Pero, qué cojones, no ibas a acusar de nada al tipo que había realizado Mystic River (2003) o Million Dollar Baby (2004) y que había humanizado a los hijosdelagranputa de los soldados japoneses de la WWII (los mismos que formaron el que fue, posiblemente, el ejército más cruel y sádico del siglo XX).
En fin.., no hay más comentarios.
Disfruten de Tito Clint en todo su esplendor en la que ya es una película de culto.
(Dios tenga en su gloria a Constantino Romero)...