Un cielo que arde bajo el fulgor extremo de una llama, quizás un laberinto extendido, en todas las palabras chinas, un duelo de leyenda entre la guapa y la fea, quizás una mirada pendiente en aquel puente colgante. Hay una lluvia incesante que se escurre por las rendijas, una flauta, que atravesada, toca esa canción al mediodía, un día entero, sin sentirte en la soledad de la noche, una quietud vagando lentamente por las cornisas de nuestras metas. Hay sueño que adormece al insomnio cuando te despiertas, porque ya has dormido demasiado, un castillo sitiado por aquellos guerreros que saltan al foso. Hay mares y océanos nadando al son de las olas, sólo para ti, un quicio de una puerta, tú desquicie, tú asegurado a todo riesgo, por si decides arriesgarte mandando una sonrisa por correo postal. Hay ranas que croan en las charcas, como el último adiós escondido entre los nenúfares, un cielo plomizo en la ciudad,donde la contaminación se convierte humo de niebla. Hay niebla que parte con su casa a cuestas, como un caracol desganado. Hay desganas y empates en esta partida de atormentadas casualidades. Hay demasiado quizás, en el azar del destino.
Laura Martínez García
Cover by Vladimir Kush