DESDE EL MAR A LA ESTEPA
(Antología de poetas del sudeste español)
Colección: Chamán ante el fuego – 1
Antología de poetas del sudeste español (Albacete, Murcia y Cartagena). En ella aparecen 29 autores de ambas provincias, territorio éste emergente en el ámbito poético nacional como avalan los numerosos premios conseguidos: Premios Adonais de Poesía, Premio Antonio Gala, Premio Arcipreste de Hita, Premio Nacional de Poesía Radio 3, Premio Alegría, Premio Hermanos Argensola, Premio Antonio Machado, Premio Dionisia García, Premio Fray Luis de León, Premio Jaime Gil de Biedma... Autores tales como Ángel Paniagua, Antonio Rodríguez Jiménez, Javier Lorenzo Candel, Andrés García Cerdán, Rubén Martín, Cristina Morano, Antonio Aguilar... Autores, premios y publicaciones, fruto del trabajo de estos últimos veinte años de colaboraciones, recitales y unión de todos ellos reflejado en varias publicaciones (Cátedra, Visor, Hiperión, Huerga & Fierro, Pre-textos, La isla de Siltolá, Editorial Balduque...) Antología de una realidad, de un reflejo. Es el momento de incendiar el mar y la estepa.
PALABRAS PREVIAS
La salida, el comienzo de algo que no ha sido, y aporta un bien, merece celebración. A Chamán Ediciones corresponde el protagonismo por ser una propuesta valiente. Los fundadores de esta editorial, Ana Toboso y Pedro Gascón, saben que la tecnología ha reducido el sentido del pasado y el futuro, como nos dice Jonah Berger. Sin embargo, saben también los editores que somos memoria, y no podrá la técnica malograr el esfuerzo del humano, la necesidad de dejar huella (recordemos que gracias a los papiros, los investigadores han dado luz a la historia de la humanidad). No sabemos si los medios técnicos actuales, en lugar de ser herramientas muy válidas, se diluyan en favor de otros intereses. Mientras tanto lectores, más de cuantos podemos calcular, preferimos el libro. De ahí el elogio hacia quienes se implican en esta aventura.
Desde el mar a la estepa es un título hermoso, coherente por el origen de los participantes y la atmósfera de su poesía. He vivido en Albacete, Cartagena, y resido en Murcia desde hace más de cuatro décadas. No he perdido el contacto humano y cultural con cada una de estas ciudades; agradecida a sus invitaciones y propuestas. Son mis “patrias”. En Albacete tengo amigos que han llevado a cabo y llevan proyectos trascendidos fuera de “sus fronteras” en favor de la cultura, con esfuerzo y trabajo admirables. Antologías de narrativa, revistas como Barcarola, La siesta del lobo, y tantas otras publicaciones en las cuales he sido invitada a participar, sin dejar atrás las actividades de la Facultad de Humanidades y Los poetas de la Confitería. Mantengo contactos con las personas que me acogieron en mi primera ciudad.
La estancia en Cartagena, durante seis años me llevó a conocer a escritores que venían de muy atrás y sabían del Mar y la estepa: poetas, narradores, pintores con quienes todavía me reúno junto al mar de los veranos, y sigo aprendiendo de su saber. Uno de estos poetas impulsó encuentros con participantes de todo el mundo. Los encuentros tuvieron lugar en Cartagena y Murcia, también propiciaron intercambios entre Oriente y Occidente. A dicho poeta, cuyo nombre está en la mente de todos, le debemos la expansión multicultural y enriquecedora, con el nombre de Ardentísima que despertó expectación en países como Argentina, Puerto Rico y tantos otros.
Murcia es “mi casa”, bajo su amparo han ido apareciendo los libros. He contado con apoyos para diferentes proyectos, siempre desde la cercanía y el aprecio.
Las intervenciones como coeditora en tareas editoriales dieron su fruto. En primer lugar fue Tránsito, una revista donde se alternaba la crítica y el poema, con participación de autores y pintores de todo el país.
Begar ediciones fue un proyecto ilusionado que aportó libros compuestos a mano, con caracteres Ibarra y Elzeviriano, en la imprenta Sur (hoy Dardo) de Málaga. En las páginas de dichos libros se recogieron poemas de autores altos. Lamentable su desaparición tras la salida del volumen noveno. Sin embargo valió la pena; como toda lucha también tuvo sus gratificaciones.
Auguro a esta editorial, dirigida por Ana Toboso y Pedro Gascón la buena suerte que merecen por hacer realidad una idea y saber elegir a los antologados que, sin duda, no defraudarán.
Dionisia García