no es sólo que pueda vampirizar sin que te des cuenta a otros, sino que puede vampirizarte a ti también, que te crees su propietario y dueño... nos identificamos con ella, creemos que somos ella, y ella nos mediatiza y domina a su antojo, convirtiéndose en señora de nuestros destinos... la única realidad verdadera es el aquí y el ahora, el momento presente, y la mente raras veces se detiene en él, nos proyecta caprichosamente hacia adelante y atrás, hacia atrás y delante, del pasado al futuro y del futuro al pasado, saltando siempre el momento presente, y teje con nuestros recuerdos y expectativas, traumas y anhelos, una tela de araña de la que no podemos escapar... piensa si no en las cosas que de verdad te arrebatan y llenan, sean las que hayan sido o sean, y verás que en muy pocas interviene la mente, son puro instante e instinto, impulso y emoción, y en el momento en que de hecho la mente las racionaliza se rompe automáticamente el hechizo... sólo cuando ella desaparece logramos escapar de su tela de araña y encarnar plenamente el instante... pero cómo liberarnos de ella y sus trampas y evitar su dominio... primero la pregunta (una y mil veces, como un mantra, hasta desgastarla), y tras el exorcismo, quizás y ojalá, la respuesta...
Vicente Muñoz Álvarez