Los amigos cerca para celebrar que no nos hemos hecho daño
al menos que yo recuerde
en las últimas dos semanas.
Cuenta que sople este aire jodido cuesta abajo
desde Narváez hasta la esquina donde paramos a tomar
café y chupito
antes de regresar a la cueva.
Cuenta para el tiempo de descuento
que no hemos bailado desde el vermú de navidad
y no hemos follado desde la pascua judía.
Cuenta que tenemos la ropa de invierno cerca de la ventana
y las botas de piel en la bañera
lejos del mar, lejos de la montaña y del mar.
-Yo te prometí una casa que le diera la espalda a una montaña
desde la que pudiéramos escupir los huesos de las aceitunas
para tumbar las olas
cuando la marea se pone pesada y llama a la puerta-
No he cumplido mi promesa.
Cuenta que no siempre hemos sido tan buenos como somos ahora
que todo el mundo sabe lo que hacemos y cómo encontrarnos
y cuenta sobre todo, que hemos dejado tapones de corcho
como en el cuento
para señalar el camino de regreso
y que no funciona
como en el cuento
y siempre acabamos en la casa de los monstruos.
Carlos de la Cruz