Con 22 años dejé mis estudios universitarios para montar junto a otros amigos una tienda de música, videoclub y ropa, de nombre Supernovo. Eran los años más chispeantes y creativos de la movida madrileña, y un nuevo mundo de color y fantasía se superponía a unos años de agreste militancia política en partidos considerados de "extrema izquierda". Conseguimos la representación para las islas de compañías discográficas que surgían como Nuevos Medios y DRO. Por la tienda pasaron algunos músicos de esa movida y nuestra clientela era muy variopinta: modernos, punkis... De esos primeros años de euforia musical y vital, mi grupo favorito fue Golpes Bajos. Germán Coppini representaba para un aspirante a poeta como yo, una referencia indiscutible.
Tito Expósito