como desde esas tablas por las que los piratas espoleaban con sables a sus enemigos, me asomo cada noche a mi cabeza y observo las fauces de los tiburones y las banderas de otros navíos, las olas embravecidas, las tormentas y los sargazos, los pecios y tesoros sumergidos, las sirenas y peces abisales y, ya en lo profundo, como ectoplasmas, los rostros de los ahogados en el fondo del mar... y los ojos inquisidores del Kraken viendo mi vida flotar... mi vida flotar...
Vicente Muñoz Álvarez