Hablan mucho del cine de Sam Peckinpah, pero eso es que no han visto la violencia estilizada de Carlos Saura en sus primeras películas. Por orden:
La caza. 1966. Una obra maestra.
Pippermint Frappé. 1967. Ver a José Luis López Vázquez haciendo de psicópata da la medida del actorazo que era. Y ese homenaje a Buñuel...
Ana y los lobos. 1973. La más desagradable, la más inquietante, quizás.