te hará una fogata sobre la mesa cada noche
amasará, horneará, enfriará a tu pájaro
y pronto
el sol o el invierno
darán a luz una fruta para las manos
y la boca pequeña.
Mojarás mis pestañas.
La infancia hace poemas
que sabrás cargar sobre tus hombros
mientras esperás, descansando en el banco del parque,
que la vida se agarre los dedos con la puerta
y duela apenas lo justo para llorar
a cántaros.
Te hice hermoso.
Mis lágrimas salarán tu boca.