Es posible que las religiones y toda la sarta de mentiras que vienen con ellas no desaparezcan jamás de nuestro amado planeta porque mucha gente las necesita y necesitará para combatir el miedo a la muerte y no angustiarse con los enigmas del universo. Nada que objetar.
Es cierto que cada uno es muy libre de hacerse socio del club que le dé la gana y seguir las directrices de su Junta Directiva e incluso intentar captar más socios para la causa. Nada que objetar.
Pero todo lo anterior no pasa por entregar el control del adoctrinamiento infantil a la Iglesia Católica que es, en el caso de España, la religión que corta el bacalao en los colegios patrios.
Iglesia y Estado han ido siempre de la mano desde que el pragmático emperador Costantino y su Concilio de Nicea (325) eligieran al cristianismo como religión oficial del Imperio Romano con el fin de cohesionar sus multiculturales posesiones. Y lo hicieron bajo el lema: "Un Dios, un emperador, una Iglesia, una fe". Traducido: la Iglesia (ya entonces) quedó eximida de pagar impuestos, sus sacerdotes cobraron sueldos públicos, se libraron del servicio militar y chuparon de generosas subvenciones para construir sus templos. ¿Les suena?.
Por cierto, permítanme un paréntesis. Recordemos que en Nicea se redactó la declaración oficial de la fe, que es el Credo y que dice:
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurección de la carne y la vida eterna. Amén
Si eres católico tienes que creer esto. Y si no lo crees, no eres católico. Así de simple. Lo digo para los que dicen que en España hay muchos católicos (con verdadera fe, se entiende).
Volvamos a la Historia. Los acuerdos prematrimoniales Iglesia-Estado se resumían en "tú (Iglesia) me mantienes al rebaño acojonado y sometido con el rollo del pecado original y el infierno y yo (Estado) te trato a cuerpo de rey". Así de simple II.
Y así, durante 15 siglos con variaciones según las modas y tendencias. Y lo que es peor y más grave: todo aquel que no observe el Credo es un hereje y se le castiga no sólo doctrinal sino también legalmente (acabando, de paso, con un sinfín de libertades).
1600 años después de Nicea, la Iglesia Católica bendijo la rebelión y represión de Franco. Y el dictador y sus secuaces (los ucd-católicos) le devolvieron el favor firmando sucesivos Concordatos que le otorgan privilegios que convierten a nuestro país en la vergüenza del mundo civilizado. En la última revisión de 1979 se acordaron 4 puntos (amén de nombrar a Juan Carlos I "Vicario General Castrense") en materias de Justicia, Enseñanza y Cultura, Fuerzas Armadas y Economía.
Bien, pues estos acuerdos son incompatibles con nuestra Constitución y, lo que es peor, con el sentido común y con la Justicia, por lo que deben ser revisados urgentemente porque además se cumplen solamente a favor de la Iglesia (el ejemplo más sangrante: su financiación; deberíamos haberles cortado el grifo a los tres años de la firma; léanse el enlace de la wikipedia).
Como por algo se empieza, comencemos por acabar con el adoctrinamiento infantil sacando la Religión de la Escuela (dos palabras que son antónimas como lo son los conceptos Fe y Razón). Será un triunfo para la Libertad.
Un aplauso para esta intención del PSOE.
Amén.
Continuará...
Continuará...