ARTE EFÍMERO
No tenía hambre. Le habían servido tres espárragos trigueros. Los había dispuesto en paralelo sobre el plato blanco, en diagonal, y una sutil línea de aceite aromatizado con cayena y romero le daba brillo al emplatado. Daba pena romper la uniformidad, pero algo tenía que hacer para aparentar que comía. Con el tenedor dibujaba líneas de aceite sobre el plato, o círculos, como burbujas; puro arte efímero que la mantenía ausente del local...