Algunos libros, sobre todo si son obras completas (como Todo Sherlock Holmes) o diccionarios o guías (como Las grandes películas, de Roger Ebert), suelo leerlos poco a poco. Quizá unas páginas cada semana. Son libros de los que voy picoteando despacio entre lectura y lectura de otros volúmenes.
No sé cuánto tiempo llevo con estos Cuentos completos de más de 700 páginas. Lydia Davis es una escritora formidable, con mucha tendencia al experimento y a la originalidad, creando relatos con una estructura y unos giros que jamás habíamos visto. Ahora bien, esto no significa que me hayan gustado todas sus historias. Como en casi toda obra completa, a mi entender hay textos sublimes y otros flojos o que no están a la altura del resto. Ya sé que Davis es una intocable, pero yo voy a decir lo que pienso porque es lo que me ha transmitido su obra. Para mí, tiene 3 clases de relatos:
-Relatos muy breves, más bien microrrelatos. Algunos de ellos son muy brillantes, sobre todo cuando abarcan una media página. Pero los más breves se quedan, en muchas ocasiones, como una mera anécdota o una ocurrencia que no va más allá. A mí no me dicen nada, y eso que me gusta el microrrelato (aunque no está entre mis géneros favoritos).
-Relatos de extensión media. Estos son los mejores. Es como si Davis necesitara el camino medio (ni muy extenso ni muy breve) para dar lo mejor de sí misma. Por ejemplo, hay uno titulado "Lo que aprendes sobre el niño" que es, quizá, lo mejor que he leído acerca de lo que significa la maternidad en los primeros años. Este relato es de una maestría absoluta porque es capaz de reflejar todo ese mundo del bebé (miedos, sospechas, fatigas, tiempo) en unas pocas páginas, mejor de lo que lo haría un profundo ensayo sobre el tema.
-Relatos larguísimos. Algunos de ellos me cansaron, aunque están muy bien escritos. Podrían ser novelas cortas y ya digo que su extensión, a veces, fatiga.
Antes he dicho que los mejores son los de extensión media. Sin embargo, como no tengo tiempo para copiar uno de ellos (y en el blog parecerían demasiado largos), voy a transcribir uno de los microrrelatos que me gustaron:
La madre
La chica escribió un cuento. "Sería mucho mejor si escribieras una novela", dijo su madre. La chica construyó una casa de muñecas. "Sería mucho mejor si fuera una casa de verdad", dijo la madre. La chica hizo un cojín para su padre. "¿No hubiera sido más útil un edredón?", dijo la madre. La chica excavó un pequeño hoy en el jardín. "Sería mucho mejor si excavaras uno grande", dijo la madre. La chica excavó un gran hoyo y, dentro, se echó a dormir. "Sería mucho mejor si te durmieras para siempre", dijo la madre.
[Seix Barral. Traducción de Justo Navarro]