Lucas Puig tiene sólo siete años y es el promotor de esta cooperativa infantil que con apenas seis meses de vida, ya está marcando tendencia no solo en España sino por toda Europa. Cansado de los constantes castigos y de que el helado siempre fuera de limón, Lucas inició una campaña de recogidas de firmas por varios colegios, así como en parques de bolas y mediatecas infantiles. “¿Sabes leer? ¿No? Bueno, es igual, firma aquí”. Su don persuasivo logró la firma de más de diez mil niños por toda España y consiguió que legalmente, sus padres fueran inmediatamente retirados al primer orfanato para padres. Los cien primeros niños que no estén contentos con sus progenitores y accedan a la plataforma social tendrán una beca del 100 % de los gastos de mantenimiento. Actualmente, se están negociando intercambios con padres de otros países cuyo estudio genético demuestre afinidad natural para que la conciliación familiar sea lo más próspera posible. Lucas afirma que no tiene prisa por conocer a sus futuros padres; tan solo le preocupa que sean buenas personas y que le traigan un hermanito. Asimismo, promete velar por los derechos de los niños que no son felices para que encuentren el lugar que les corresponde, en España o en Berlín.