¿Qué tal han ido las vacaciones? Yo he estado unas semanas en la Toscana.
La Toscana es un lugar maravilloso, al pensar en la región evocamos las hermosas ciudades de Florencia, Siena, Pisa, Lucca, Arezzo…el magnífico arte renacentista y todos los artistas que formaron parte, así como las familias gobernantes: los Medicis, los Brancacci o los Pazzi. Paisajes de colinas, campos inmensos de olivos, vides y cipreses, atardeceres increíbles con luz especial gracias a un sol inmenso y rojo.
Y la verdad es que todo esto y mucho más es la Toscana. La Toscana esconde tesoros maravillosos y algunos se nos pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros. Se nos olvida que fue cuna de Etruscos y se pueden encontrar numerosos restos arqueológicos y museos de gran calidad.
Este año, por suerte, hemos podido ir de vacaciones bastante tiempo, lo cual nos ha permitido conocer la región y visitar ciudades y pueblos que no siempre son nombrados en las guías o están reflejados someramente.
Un ejemplo de ello es Chiusi. Pequeña ciudad pertenciente a la provincia de Siena.
Llegamos de mañana sin muchas expectativas acerca del lugar, íbamos porque queríamos visitar el museo etrusco y nos pillaba de camino hacia Montepulciano, Pienza y Le Bagni.
La verdad es que es una ciudad muy pequeñita, con una plaza central en la que se encuentra el duomo con una torre, el ayuntamiento y el museo. Pero el interés arqueológico es enorme. Se pueden visitar unas tumbas etruscas, catacumbas paleocristianas y el museo cívico de la ciudad subterránea, además del Museo Arqueológico Nacional y el de la Catedral.
Para nosotros fue como una sorpresa, encontrar en esta ciudad tanto atractivo. Pero para poder visitar cada uno de los yacimientos arqueológicos hay que reservar, pudiendo realizar las visitas guiadas a determinadas horas y días. Así que lo único que pudimos ver son las tumbas etruscas que se accede con una entrada conjunto con el Museo Arqueológico.
Las tumbas están a unos tres kilómetros del centro de Chiusi y te las muestran el personal del museo. Las horas de visitas son las 11:00 horas a.m y las 16:00 horas p.m. en temporada de verano.
Hay varias tumbas etruscas, pero se pueden visitar dos. La Tumba de la Peregrina y la Tumba del León.
La Tumba de la Peregrina está formada por un dromos, con cuatro nichos y tres cámaras funerarias. Se hallaron cinco sarcófagos y una docena de urnas funerarias de alabastro y travertino, aunque cuando la descubrieron ya había sido saqueada previamente. Los sarcófagos se encuentran in situ tal y como se encontraron. Las urnas se encuentran en el Museo Nacional Etrusco de Chiusi. Esta tumba perteneció a la familia de los Sentinates y data de finales del siglo IV a.C
La Tumba del León consta por un vestíbulo y tres cámaras, en el techo es posible ver restos de la policromía con la que estaba cubierta la tumba.
En el Museo Arqueológico Nacional custodia obras significativas del periodo etrusco y romano. Destaca la urna funeraria de Larth Sentinates Caesa hallada en la Tumba de la Peregrina, representa a un noble de rostro expresivo, boca entre abierta, recostado en unos cojines realizado en alabastro.
También podemos admirar las urnas en forma de canopos antropomorfos. En esta zona, las influencias griegas eran menos fuertes que en la costa y las ciudades conservan cierto grado de aislamiento, fruto de ello son estas urnas que presentan una cabeza de aspecto rígido que pretende ser el retrato del difunto. La urna con las cenizas se inserta en la representación de un trono que rodea el vaso.
Entre las obras de la época romana destaca un retrato del emperador Augusto, como Pontifex Maximus, cerámicas manufacturadas en Arezzo y el mosaico de Meleandro cazando al Jabalí de Calidón, procedente de una lujosa villa suburbana y atribuída a la Escuela de Alejandría, entre el 80 y 60 a.C.
El personal que trabaja en el Museo es muy amable y atento, quedamos encantados con la visita.
Al salir como ya era la hora de comer fuimos a un restaurante cercano llamado, como no podía ser de otra manera, Osteria Etrusca. Altamente recomendable, comimos genial. Brusquetas de tomate marinado con albahaca, pizza al horno de leña, ensala de rúcula, tomate y queso parmesano. Y otra sorpresa en el día.. ¡patatas fritas! Las pedimos para darle capricho a mi hijo y nunca jamás he comido unas patatas fritas igual de buenas, elevadas a la categoría de gourmet. Cortadas en rodajas, crujientes y doradas, buenísimas.;)
En resumen, Chiusi es una ciudad para dedicarle unos días y disfrutar todo lo que nos puede ofrecer.
Y vosotros, ¿qué tal el verano?
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