Los aeropuertos son con las estaciones modernas de tren y los mcdonalds uno de esos no-lugares fascinantes. En cualquiera aeródromo puedes presenciar en directo y totalmente gratis escenas de amor y odio; tragedias y comedias, tristes despedidas y apasionados reencuentros. Ver desfilar a las mujeres más bellas y elegantes y a los más redomados horteras… Cruzarte con delincuentes de maletín y corbata, seguidos de buscavidas de mirada perdida. Esta noche, sin embargo, en la vieja terminal de El Prat, condenada a los vuelos serie B, todo es silencio, vacío, frío y mochileros durmiendo en el suelo… Como aquella madrugada en la estación central de Roterdam en la que añoramos por primera vez en mucho tiempo nuestras camas.
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